La parálisis cerebral (PC), es una condición neurológica que afecta el movimiento y la coordinación muscular desde una edad muy temprana. A pesar de los desafíos que presenta, la actividad física, juega un papel crucial en el manejo de la parálisis cerebral, mejorando la calidad de vida de quienes la transitan. En este artículo, exploraremos los beneficios que conlleva dentro de los aspectos físicos, psicológicos y sociales.
¿Qué es la actividad física?
Son actividades deportivas, de movimiento corporal, y de juegos sensorio-motores, adaptados a la capacidad funcional de cada persona, en los cuales participan mínimo dos individuos y que requieren de un aprendizaje, motivación, y el cumplimiento de ciertas reglas o indicaciones brindadas por un profesor.
¿Qué beneficios brinda?
Todos somos seres biopsicosociales, que para desarrollarnos e integrarnos al mundo de forma lo más sana posible y con calidad de vida, necesitamos experimentar y crecer en estas tres grandes áreas.
Es cierto que el ejercicio “ físico” como expresa la palabra está centrado en los beneficios del cuerpo, tales como mejorar la movilidad articular, disminuir la rigidez muscular, estimular la orientación del cuerpo en el espacio entre otras habilidades. Sin embargo es importante destacar, que su mayor aporte reside en los beneficios psicológicos y sociales, además de lo físico, ya que es principalmente una actividad grupal.
Como ha comprobado la neurociencia actual, para aprender algo debe estar implicada la emoción, y el interés de los individuos, además de las capacidades físicas y cognitivas.
De nada servirá tener el cuerpo con buenos músculos y rangos de movilidad articular libres, si esto no tiene un fin social, psicológico y de bienestar en la salud, que además, impacte en su independencia funcional de la vida diaria.
La actividad física responsable y bien guiada, brinda un complemento excelente de la intervención kinésica especializada.
Entonces, ¿Cuáles son estos beneficios psicológicos y sociales?
Fomentar el trabajo en equipo y la cooperación: Participar en actividades deportivas y de ejercicio en grupo promueve la interacción social y el desarrollo de habilidades comunicativas.
Algunos ejemplos son: la identificación con ciertos juegos de roles, y toma de decisiones importantes en el equipo. Ejemplo: con el básquet adaptado o, handball, hockey, se deben esperar los turnos para actuar, pensar todos juntos en las reglas del juego y decidir quiénes o cómo realizar las jugadas. También festejar los aciertos y compartir en la derrota. A su vez, las actividades deportivas en equipo, enseñan la importancia de la cooperación, la lealtad y la empatía.
Reducción del estrés y la ansiedad: La actividad física libera endorfinas, que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. En estos tiempos de mucha ansiedad, de dificultades con la espera y de baja tolerancia a la frustración, es interesante abordar estos temas de forma grupal en las actividades físicas.
Aumento de la Autoestima, Superación Personal y la Perseverancia: Enfrentar y superar desafíos físicos, puede fomentar la resiliencia y la autodisciplina, ya que al intentar lograr objetivos concretos, se puede descubrir el potencial de cada persona.
Desarrollo de habilidades sociales: Promoción de la inclusión social: dicha actividad aplicada en entornos inclusivos ayuda a construir relaciones y promueve la aceptación y el respeto por la diversidad.
Conclusión:
La actividad física es una herramienta poderosa en el manejo de la parálisis cerebral, ofreciendo una amplia gama de beneficios que mejoran la calidad de vida de quienes viven con esta condición. Si bien está centrado en los beneficios físicos, estos no tienen relevancia sin el objetivo o fin psico-social. Además, es importante destacar que resulta un excelente complemento de la terapia kinésica especializada.
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