El camino no es fácil. Muchas veces el terreno escarpado, las cuestas empinadas y alguna que otra barrera dificultan la exploración.
Pero los andamiajes de la escuela especial, vienen a allanar el recorrido, haciéndolo transitable y dejando lugar para el juego y el disfrute durante el viaje.
Las formas que estas ayudas adoptan son varias y variadas:
Las configuraciones de apoyo, cumplen la función esencial de acercar como a través de un prismático ese contenido lejano, acercarlo a las posibilidades reales de aprender. Aparecen así las múltiples estrategias saliendo de una galera infinita: el manual homogeneizador ahora se llena de papelitos y recortes que lo hacen único para cada alumno, los textos cambian su letra en tamaño, tipografía y extensión. Los textos se completan con múltiples imágenes que acompañan a las palabras.
Las “materias” o campos del conocimiento, se vuelven amigos, se enlazan los contenidos para hablar un mismo lenguaje “el lenguaje de la comprensión aumentada” a través de la facilitación.
Lo abstracto deja lugar para que juegue lo concreto facilitando así el entendimiento desde todos los sentidos posibles.
Surge el Aprendizaje Basado en Proyectos, como la opción favorecedora de interacciones dentro de la escuela, de circulación social del conocimiento.
Aparece la interacción con el afuera en cada salida educativa, en cada Trayecto curricular compartido con otras instituciones educativas de la comunidad.