La Atención Temprana se define como un conjunto de estrategias e intervenciones dirigidas a la primera infancia así como a sus familias y entornos, con el propósito primordial de abordar de manera inmediata las necesidades, ya sean temporales o permanentes, que puedan presentar los niños que enfrentan desafíos en su desarrollo o que se encuentran en riesgo de padecerlos. Estas intervenciones deben ser concebidas teniendo en cuenta la integralidad del niño y requieren de una planificación llevada a cabo por un equipo de profesionales con una perspectiva interdisciplinaria o transdisciplinaria.
La primera infancia es un período crítico para el desarrollo humano. Durante este tiempo, los cimientos del aprendizaje, la comunicación, el comportamiento y las habilidades sociales se establecen. Cuando los niños enfrentan obstáculos en su desarrollo, intervenir de manera temprana puede marcar una diferencia significativa
Los bebés nacidos prematuramente se consideran especialmente vulnerables y se les clasifica como "de alto riesgo". En los primeros años de vida, resulta fundamental llevar a cabo un seguimiento minucioso para evaluar si su desarrollo se ajusta adecuadamente a su edad cronológica. En caso de detectarse alguna alteración, es crucial intervenir de manera temprana mediante un programa de estimulación personalizado, diseñado de acuerdo a las necesidades individuales del niño.
El equipo interdisciplinario no solo trabaja con el niño, sino que también cumple un papel esencial al orientar y acompañar a los padres en este nuevo camino de comprensión y acción.