La nutrición desempeña un papel fundamental en la salud y el bienestar de todas las personas, pero para quienes viven con parálisis cerebral, una adecuada alimentación puede marcar una importante diferencia en su calidad de vida. La parálisis cerebral es una condición que afecta el control muscular y puede variar ampliamente en sus formas de presentación, lo que significa que las necesidades nutricionales también pueden ser variadas. En este artículo, brindaremos consejos nutricionales esenciales para personas con parálisis cerebral.
1. Consultar a un profesional de la salud:
Antes de realizar cualquier cambio en la dieta de una persona con parálisis cerebral, es crucial buscar la orientación de un nutricionista especializado. Cada individuo es único y tiene necesidades nutricionales específicas según su tipo y grado de parálisis cerebral.
2. Mantener una dieta equilibrada:
Una alimentación equilibrada es esencial para aportar todos los nutrientes necesarios. Esto incluye proporciones adecuadas de proteínas, carbohidratos y grasas, acompañados por vitaminas y minerales.
3. Adecuar la cantidad y la calidad:
Algunas personas con parálisis cerebral tienden a ganar peso fácilmente, por su nivel reducido de actividad física. En estos casos, es aconsejable controlar la cantidad y calidad de alimentos ofrecidos, con el objetivo de mantener un peso saludable y prevenir problemas relacionados con el sobrepeso. Otras personas pueden presentar problemas digestivos o poco apetito, en cuyo caso se deberán ofrecer varias comidas en el día, en porciones pequeñas y de alto valor nutritivo.
4. Hidratación adecuada:
El agua es esencial para todos, y no debemos olvidarnos de ofrecerla, especialmente a aquellas personas que por su parálisis cerebral presentan dificultades en el habla y la comunicación de sus necesidades. En los casos de disfagia a líquidos, se deberá usar un espesante.
5. Suplementar sólo si es necesario:
En algunos casos puede ser necesario el uso de suplementos vitamínicos o minerales para asegurar que se satisfagan todas las necesidades nutricionales. Sin embargo, siempre debe ser un profesional de la salud quien recete estos suplementos, ya que un exceso de ciertos nutrientes puede ser perjudicial.
6. Texturas y consistencias adecuadas:
Algunas personas con parálisis cerebral pueden tener dificultades para masticar o tragar. Es importante adaptar la dieta según las necesidades individuales, utilizando texturas y consistencias adecuadas, como alimentos triturados o procesados, o líquidos espesados.
7. Necesidades especiales:
En los momentos de mayor demanda energética, como las etapas de crecimiento acelerado (primera infancia y adolescencia) o en presencia de infecciones, la ingesta habitual puede no cubrir las necesidades calórico proteicas. En estos casos, el equipo profesional evaluará suplementar la alimentación oral con nutroterápicos, colocar temporariamente una sonda nasogástrica o bien efectuar una gastrostomía.
8. Fomentar la independencia en la alimentación:
La autonomía en las actividades de la vida diaria es fundamental para la autoestima y la independencia de las personas con parálisis cerebral, por lo que se aconseja fomentarla en la medida de lo posible, permitiendo que la persona participe en la elección y preparación de sus alimentos, además de consumirlos por sus propios medios cuando tenga la posibilidad de hacerlo. Para que este intento sea exitoso, es necesario contar con el apoyo de un terapista ocupacional.
9. Evitar alimentos desencadenantes:
Para quienes sufren problemas digestivos, alergias o intolerancias alimentarias, identificar y evitar los alimentos que puedan desencadenar síntomas gastrointestinales o alergias conocidas es crucial.
10. Supervisar el progreso y realizar ajustes:
Es importante realizar un seguimiento periódico de la salud y el peso de la persona con parálisis cerebral y ajustar la alimentación según sea necesario en función de cualquier cambio en su condición o necesidades.
En resumen, una alimentación adecuada puede mejorar significativamente la salud y la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral, contribuyendo a un mayor bienestar. Por esto es esencial adaptar la dieta a las necesidades individuales y trabajar en estrecha colaboración con profesionales de la salud para garantizar que se satisfagan estas necesidades de manera óptima.