El deporte es una poderosa herramienta que promueve la autoafirmación, la superación personal y la inclusión social. Para las personas con discapacidad, el deporte desempeña un papel fundamental al generar seguridad, explorar nuevas experiencias generando un sentimiento de compromiso junto a otros en el logro de objetivos en común.
Es un medio para la Inclusión que permite el desarrollo de habilidades sociales y posibilita la creación conjunta de un espacio donde las diferencias son aceptadas y respetadas.
¿Qué es la Psicomotricidad?
Según la AAP (Asociación Argentina de Psicomotricidad), “la Psicomotricidad es una disciplina que tiene como eje el estudio del cuerpo y su construcción en la relación al medio, en el devenir singular del sujeto: bebé, niño, joven y adulto. La construcción del cuerpo implica, en una relación dialéctica, aspectos biológicos, psíquicos, culturales y sociales que dan cuenta de un modo singular de ser y hacer del sujeto con el propio cuerpo, situado en encuentros y desencuentros con el medio.”
¿Qué es Mindfulness?
Es una práctica meditativa, que dirige la atención a las experiencias internas y ambientales que emergen instantáneamente sin juzgar (Kabat Zinn, 2009). En los últimos años, gracias a las evidencias científicas, ha cobrado mayor interés en integrar estas prácticas en los ámbitos de salud y educación.
Para que esta integración y transmisión sea genuina, el adulto (docente/terapeuta) incorpora la práctica de la atención plena a su vida produciendo una transformación personal, modificando la percepción y aceptando (sin juzgar) los sucesos. Esta transformación le brindará un conocimiento: Conocimiento Experiencial Directo.
La TPMBM (Terapia Psicomotriz Basada en Mindfulness)
La terapia psicomotriz (TPM) que estoy describiendo, incorpora elementos de la terapia cognitiva basada en la atención plena (TCBM) para el abordaje de personas con Autismo. La postura terapéutica se enfoca en motivar a los pacientes a adoptar una nueva forma de relacionarse con sus pensamientos y sentimientos, a través de la vivencia del cuerpo. Se intenta identificar y reflexionar sobre los pensamientos que llevan a sentimientos o comportamientos problemáticos en determinadas situaciones. Se trata de vivenciar la conexión entre los pensamientos, los sentimientos y las conductas. La evidencia científica muestra que ese proceso de identificación desarrolla mayor consciencia de lo que sucede y la modificación conductual se produce naturalmente por ese nivel de atención con consciencia que se desarrolla gracias a la vivencia de la experiencia, al Conocimiento Experiencial Directo (CED). Es decir, los aspectos cognitivos, afectivos y conductuales están interrelacionados, de modo que tener plena consciencia de estos aspectos y sus consecuencias, es posible que un cambio en uno de ellos afecte a los otros componentes.
Las personas que están en el espectro autista presentan desafíos, entre otros, en el ánimo y la ansiedad. La TPMBM brinda la posibilidad que los pacientes se puedan dar cuenta cada vez con mayor anticipación, aprendiendo a hacer una irrupción de los pensamientos que los lleva a estados desregulados.
La combinación de la TCBM con la TPM resulta una nueva mirada: la Terapia Psicomotriz basada en Mindfulness.
Las sesiones se pueden desarrollar en forma individual o grupal. Depende de las necesidades de cada paciente. Muchas veces, luego de la evaluación inicial, se ofrece sesiones individuales donde la intervención es personalizada y adaptada a los intereses del paciente y las necesidades de las familias. Luego de un proceso, la persona puede incluirse en la experiencia grupal, la cual, tiene beneficios relacionados con las habilidades sociales.
Las sesiones se estructuran en momentos: inicio, desarrollo y final. En cada momento, se desarrollan diferentes actividades orientadas a las fortalezas que presenta la persona. Como así también, a trabajar sobre la “zona crítica”. Una zona que tiene aspectos que se pueden identificar y hacer conscientes a través de la experiencia corporal. Situaciones donde pueden surgir conflictos, los cuales pueden ser abordados. Por ejemplo, surge una situación conflictiva. Se activa la “Pausa”, se identifica, se observa la experiencia (¿qué estoy sintiendo ahora?), se suma un momento de concentración en la respiración y atención plena al cuerpo y a las sensaciones.
Otros recursos que se utilizan en la terapia psicomotriz basada en Mindfulness pueden ser: el escaneo corporal, caminar, meditar sentado, hacer prácticas corporales como el Chi Kung y el yoga.
A medida que las sesiones avanzan, a los pacientes también se les pueden pedir ciertas tareas que les ayudarán a reforzar estas habilidades, como escuchar meditaciones guiadas, integrar la atención plena en su cotidianidad, evitar cuestionarse y, en lugar de ello, hacer las cosas que funcionan. También se puede aprender a centrarse en el presente, donde la mente tiene menos posibilidad divague, prestar atención a lo que sucede en el entorno, aprender a darse cuenta cuando surgen los prejuicios, entre otros.
El Cuerpo del Psicomotricista
Habitualmente se puede encontrar muchas publicaciones sobre intervenciones terapéuticas. El cuerpo del paciente se convierte en tópico de interés. Sin embargo, el papel del cuerpo del terapeuta es un tema poco abordado.
En la formación del psicomotricista hay prácticas corporales y en esa trayectoria, la exploración y el conocimiento del propio cuerpo se vuelve un recurso importante para dicha formación. Pero en muchos casos, al salir del sistema como alumno y comenzar con las prácticas profesionales, a lo largo del tiempo se va perdiendo el interés de profundizar en la dimensión corporal.
Con la práctica diaria de la Atención Plena, comprometida y con la presencia del corazón, la formación corporal se enriquecerá desde el CED (Conocimiento Experiencial Directo) que surge de los sucesos internos y externos del cuerpo.
Psicomotricidad y Autismo: Prácticas basada en Mindfulness con adolescentes, en el servicio de rehabilitación.
¿Cuáles son las acciones desarrolladas para el abordaje de esta población?
Con la práctica diaria de la Atención Plena, comprometida y con la presencia del corazón, la formación corporal se enriquecerá desde el CED (Conocimiento Experiencial Directo) que surge de los sucesos internos y externos del cuerpo.
Si bien durante toda la sesión de psicomotricidad (45'), intentamos Estar Atentos a la experiencia, los últimos 15' están destinados a prácticas de Chi Kung y meditación para profundizar el autoconocimiento y la autorregulación. Es evidente en el inicio de la sesión, la ansiedad y el exceso de movimiento y/o de lenguaje verbal con el que ingresan. En el proceso de las actividades más corporales, ese exceso se va transformando en recursos que tienen mayor utilidad según la consigna del día. Como mencione anteriormente, las personas que están en el espectro autista presentan estados de ánimo y de ansiedad desregulados y esta combinación terapéutica (Psicomotricidad y Mindfulness) ayuda a que los pacientes se puedan dar cuenta cada vez con mayor anticipación, aprendiendo a hacer una “Pausa” irrumpiendo en los pensamientos que los lleva a esos estados. Esta práctica se desarrolla en forma grupal con adolescentes, una vez por semana. Como mencioné anteriormente, las sesiones se estructuran en momentos: inicio, desarrollo y final. En cada momento, se desarrollan diferentes actividades orientadas a las fortalezas que presentan las personas, como así también a trabajar sobre la “zona crítica”. Una zona que tiene aspectos que se pueden identificar y hacer conscientes a través de la experiencia corporal. Es interesante el abordaje de cada experiencia que surge gracias a la capacidad que se trabaja desde el primer momento: Detenerse (Pausa). Es un proceso muy particular para cada persona, pero sin dudas, aporta conocimiento lo cual crea nuevas maneras de relacionarse con los pensamientos (la rumiación).
La práctica grupal, tiene beneficios relacionados no solo con las mejoras en las habilidades sociales, sino también en las habilidades socioafectivas y cognitivas.
¿Qué sucede en el cerebro con esta combinación terapéutica?
Las prácticas corporales no solo mejoran parámetros motores (coordinación, equilibrio, lateralidad, etc.) sino también producen un impacto a nivel cerebral y mental. Un recurso utilizado a nivel corporal es el Chi Kung (práctica milenaria china). La evidencia científica nos enseña que la postura y el movimiento interaccionan con el cerebro. El cerebro prioriza el cuerpo que percibe. El cerebro prioriza la interocepción (sensaciones que vienen del cuerpo: latidos cardíacos, la piel, la sed) y la propiocepción (el sentido de la posición del cuerpo: el cerebro sabe ahora mismo que estoy sentado). La propiocepción influye en la atención, en la memoria, en el estado de ánimo, en los mecanismos de estrategias. ¿Qué beneficio tiene incrementar nuestra interocepción y propiocepción? Aprendemos a aumentar la inteligencia emocional. Favorece la toma de decisiones (internas y externas). Los procesos cognitivos (atención, memoria, diseño de estrategias, la verbalización) aumentan y se enriquecen: “Las sensaciones del cuerpo son las emociones que guían la toma de decisiones” (Damasio)
Estas prácticas de Psicomotricidad basada en Mindfulness destacan los siguientes puntos:
Adaptabilidad (cómo puede ajustarse a diversos contextos) y Sostenibilidad (refiere a cuestiones económicas y de contexto)
Adaptabilidad: Esta práctica puede ser llevada más allá del consultorio. Los aprendizajes que se llevan (gracias al Conocimiento Experiencial Directo) lo pueden trasladar a sus hogares y entornos sociales. Hace poco, en la escuela de uno de los jóvenes había que hablar sobre los deportes. El joven (que está en el espectro autista) pudo no solo hablar, sino enseñar a sus compañeros, la práctica del Chi Kung. Y Hablar de los beneficios de Mindfulness. También los padres mencionan que los jóvenes realizan estas prácticas en el contexto del hogar.
Sostenibilidad: La práctica se lleva a cabo en la sesión de psicomotricidad. En relación con lo económico, no tiene costos extras si se quisiera llevar la práctica a otros contextos. Puede desarrollarse en una plaza, por ejemplo.
Documentación / Sistematización: ¿Cómo se registra esta práctica? ¿Cómo puede acceder el público a esta evidencia? Hay mucha información valiosa en revistas científicas sobre Mindfulness y la Terapia Cognitiva. Algunas de ellas son: SciELO.org, Redalyc.org, Elsevier.es, entre otras.
En relación con los instrumentos de seguimiento y evaluación, utilizo el Cuestionario STAI (solo las preguntas relacionadas al estado de ansiedad). El inventario IDEA (Riviere), para conocer las fortalezas como así también las dimensiones que están en una zona "crítica". Y la Guía para la observación de los Parámetros Psicomotores (Arnáiz Sánchez, Bolarín Martínez).
Es importante para la práctica profesional, tener herramientas para la evaluación y seguimiento de la expresividad psicomotriz de las personas que se encuentran en la terapia psicomotriz.
Un ejemplo de la utilización de un instrumento es el Cuestionario STAI: se completa en dos instancias: antes de las prácticas y luego de las mismas. Para darse cuenta si hubo alguna diferencia en el antes y después de la sesión. Es una forma de hacer visible el estado en que se encuentra en ese momento.
Para los adolescentes que no tienen lectoescritura, se adapta el cuestionario con pictogramas.
En el próximo artículo les hablaremos sobre un innovador proyecto que desarrollo en el CET-Área Joven de IMENIC.